Soledad

   Hoy,
mi profesora me vuelve a recordar lo que aprendí con ella,
lo agradable de tropezar.
   Seguiremos caminando de la mano,
conociendo,
investigando;
para elegir más libremente,
construyendo un mapa propio
sin influencia exterior.
   Continuaremos pensando,
que hay cosas que se pueden cambiar,
que no son utopías inútiles
como para guardarlas
en el último cajón.
   Nos da igual donde habite el olvido,
siempre habrá poesía
en nuestro recorrido,
conciencia global.
   Porque soñar,
es lo único
que nada ni nadie
nos podrán quitar.