viernes, 31 de agosto de 2012

De la calma a la tormenta...

         Septiembre, el mes en el que podemos decir que después de la calma llega la tormenta. Y es que lo vamos a tener todo, la creación del Banco Malo, otro rescate... No sólo en España; Alemania  y las grandes Organizaciones se van a poner las botas a nuestra costa. Pero a vuelto el fútbol (deberíamos de analizar la relación entre los sucesos políticos y económicos con los eventos deportivos), otra cuestión a tratar. 
          Nos ofrecen hoy la gran solución del banco malo, para que los bancos y las grandes empresas sigan ganando dinero a costa del contribuyente. Porque lo que se va a hacer es que ese "banco" va a comprar deuda tóxica a un valor superior, y esa diferencia con el valor real es lo que pagaremos nosotros. Todo esto, si algún día se recupera la situación, lo seguirán vendiendo con grandes beneficios y nosotros pagaremos otra vez precios desorbitados. Porque ellos son los que los tasan y establecen valores artificiales que no se corresponden con la realidad, para seguir aumentando sus ganancias.
Pero según el gobierno el banco malo es maravilloso, y lo va a solucionar todo porque ademas dispone de una amplia manga ancha legal, que conoceremos en los próximos meses.
          Y luego dicen que ir a exigir nuestros derechos al Congreso es un golpe de estado... Alucinante.

martes, 28 de agosto de 2012

El fin de las palabras

   Libero sentimiento en el papel.
Las palabras se escurren,
se relajan unos instantes,
después de haberse amontonado días.

   (Tanta información
para terminar escribiendo
sin ella en la mente.
   Pero no descansa,
no se agota,
aunque sólo llegue a unos pocos.
   Continúa su flujo imparable,
sólo la rozas con los dedos
y no puedes cambiarla.)

   Cuando la tinta llega
eres consciente
del hecho,
se va difuminando lentamente.





sábado, 18 de agosto de 2012

Tristeza de un no recuerdo



   Apareces en mis sueños constantemente, 

como para atormentarme, 

ser consciente de lo inconsciente. 

   Pero no estás en mi,

creo que nunca estuviste siquiera.

   Entonces,

por qué me duele el recuerdo...

   Quizás sea esta sensación de vacío,

de expirada esperanza 

en algo que tal vez ni exista.

   El afán del saber,

de conocer,

te mantiene a la deriva.

   Y continúo la senda,

que sólo soy capaz de ver 

una vez que mis pies tocan la tierra

y se llenan de polvo.

   Continúo casi automático,

mientras seco las lágrimas

que me van recorriendo.