miércoles, 15 de febrero de 2012

A contracorriente

   Ya podrán ponerme mil impedimentos,
que mis pensamientos van
viento en popa a toda vela.
   Ir en contra del sistema,
lo establecido,
no es casualidad.
   Por eso lo hago,
en honor a la verdad.
   Ya sean sus cinco sueldos.
   Que el acusado juzgue
y el franquismo condene.
   Que los préstamos,
sean para los préstamos.
   Que el enemigo,
sea el pueblo.
   Y que aun con incendios,
sus barbas no pongan a remojar.
   Un consumo insostenible
y circular, mientras la tierra
y el humano mueren.


   Lo más fácil es callar.




   Me mantengo, escribo, aunque no encuentre lector.
Mi amor a la justicia, al bolígrafo y al escritor, mi escudo redentor.
Ignoro al inquisidor, aunque sepa que las respuestas se quemaron, y serán difíciles de encontrar.


   Me reafirmo,
lo hago en honor a la verdad.

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