sábado, 12 de febrero de 2011

    Muero porque tu vives, y viví cuando tú moriste.
    Es la maldición de no hayar acuerdos entre sentimiento y razón.
    Igual que religiones y gobiernos bipartidistas no encuentran verdadera unión...
    No hay uno sin otro, no hay concepción de su inexistencia, su convivencia no llega a ser sincera por alguna ramificación.
    Ama la utopía y muere un poco cada día .

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