miércoles, 4 de diciembre de 2013

El eclipse de la roca a la luna roja

Desperdicicié energías en batallas perdidas
antes de ser comenzadas,
será el parenteso y el amor
que tengo con las rocas.

Una vez mas en la madrugada,
la ciudad en mi ventana,
el cementerio de luces.

La luna casi extinguida se tiñe de rojo,
se confunde entre el humo
de fábricas que la rodean.

Será la extrema quietud de las calles,
árboles de centenarias raíces
que siquiera este enfurecido viento consigue mover,
aunque alguna de sus ramas logre quebrar.

Ordenador desordenado

Presiono una y otra vez la tecla de apagado,
pero mi mente no responde,
continúa encriptando,
intenta decodificar lo que le es ilegible,
intento descubrir cual es la clave.

Quizás sólo sea necesario resetear,
o tal vez formatear sin miedo 
el contenido almacenado,
del que miles de virus se adueñaron.

Soy un ordenador desordenado,
bloqueado,
sigo hibernando, 
buscando cual es la clave.