domingo, 20 de febrero de 2011

Sueño, soy naranja y estoy en un árbol

    En este tiempo, otros nos hacen ver que aún queda algo de esperanza.Vemos que aun gente lucha, mantiene ideales y valores, que no se rinde en esta continua la carrera de obstáculos hacia la libertad.Sí,aún queda algo. 
    Triste, es triste, que el primer mundo teniendo todo simplemente alargando el brazo...
No,no es capaz de revelarse contra un sistema corrupto,que día a día va aumentando la brecha (social, económica, informacional, cultural, digital y un extenso etc). Dejamos que ese vacio se extienda. 
    Muchos países mueren poco a poco mientras sus gobiernos y dirigentes se bañan en oro. Gracias al primer mundo(antaño y hoy día) y a la miseria que viven sus pueblos; "el globo está bien organizado".
Ojala  aprovecháramos esos recursos, esa información... Si tuviéramos una conciencia real de como nos controlan corporaciones y gobiernos, sabemos que sin la población no estarían llenas sus arcas.
    Pero, es una utopía pensar que hacer esto no conlleva ningún esfuerzo. Evidentemente no se podría mantener un sistema igualirario con todos los lujos inecesarios con los que contamos.
    Todavía no nos merece la pena, nos parece perfecto ver en las noticias que la gente aun lucha por algo, aunque no consigan todo lo que querrían; al menos dan un paso.
    A nosotros de momento no nos hace falta... No os preocupéis, nos seguirán recortando derechos y convenciéndonos del necesario aumento del consumo, exprimiendo al trabajador medio-bajo como si fuera una naranja.
    No se dónde estará la línea en la que despertemos. Ya somos un híbrido,entre de nectar y concentrado d fruta, ni zumo ya...
    A veces sueño que rozo el trazo desdibujado con la yema de mis dedos...

sábado, 12 de febrero de 2011

    Muero porque tu vives, y viví cuando tú moriste.
    Es la maldición de no hayar acuerdos entre sentimiento y razón.
    Igual que religiones y gobiernos bipartidistas no encuentran verdadera unión...
    No hay uno sin otro, no hay concepción de su inexistencia, su convivencia no llega a ser sincera por alguna ramificación.
    Ama la utopía y muere un poco cada día .